Cuando pensamos en la palabra paisaje, la gran mayoría imagina ese hermoso lugar que en algún momento hemos visto. Probablemente una vieja foto de un atardecer en la playa, con algunas palmeras y olas sobre la arena o la vista de algún mirador entre las montañas, cielos nublados en horas mágicas de luz.
Todo esos paradisíacos lugares que recordamos son producto de alguna experiencia que hemos vivido a través de la observación, y es precisamente en el origen de la visión, que al observar un paisaje explorando cada detalle, podemos detectar posibles amenazas o beneficios para sobrevivir.
Nuestra visión evoluciona al igual que hace nuestro cerebro. Al ver, fotografiar o recordar podemos diferenciar un lugar de otro. Entonces ¿Qué es un paisaje? y ¿Cómo podríamos catalogarlos?
Según la Real Academia Española:
Un paisaje es parte de un territorio que puede ser observado desde un determinado lugar.
Una foto de paisaje es una captura de un lugar, que tiene una apertura, una distancia focal, un tiempo de exposición, una orientación y un punto en el espacio, este lugar tiene que tener protagonismo en el encuadre.
Antes de hacer una apropiada clasificación de los paisajes, veo oportuno escribir sobre los cambios constantes que tienen, su escala y como poder retratar los elementos que contiene.